La experiencia del habitar en la casa Moliner.
El cuerpo y el espacio.
Para Bruno Zevi, arquitecto italiano (1918 - 2000), la arquitectura es capaz de evocar emociones, convirtiéndose en una experiencia directa que va más allá de lo visual. En este proceso, el cuerpo humano actúa como el medio a través del cual se establece una conexión entre la experiencia y el espacio. Así, el lugar se convierte en el creador, y el cuerpo, en el intérprete que habita y vive el espacio.
Un claro ejemplo de esta relación se observa en la Casa Moliner, diseñada por Alberto Campo Baeza en Zaragoza, España. proyecto en el que los materiales como: agua, vidrio, árboles y el característico color blanco no solo cumplen una función estética, sino que permiten integrar la forma, la luz y la estructura de la casa con la naturaleza, creando una experiencia sensorial que conecta al individuo con su entorno. Para Campo Baeza, la naturaleza es fundamental en la interacción entre el ser humano y el espacio, y la luz, como herramienta principal, guía el diseño metafórico de la vivienda. Los tres conceptos clave de la Casa Moliner: cielo, luz y tierra, forman una experiencia arquitectónica que establece un vínculo entre lo intangible y lo físico, entre la arquitectura y la emoción.
Casa Moliner.
sacada de: https://www.campobaeza.com/es/moliner-house/
La Casa Moliner invita a la reflexión y la introspección, con cada espacio ofrece una vivencia única. A través de sus tres niveles y el 'promenade' vertical por medio del punto fijo, la casa facilita una transición simbólica entre las esferas del pensar, vivir y morir. De este modo, la disposición espacial de la casa no solo cumple una función práctica, sino que establece una conexión emocional y existencial, trascendiendo lo funcional para fomentar una relación profunda entre el individuo y su entorno.
La luz, empleada por Campo Baeza, marca las transiciones: ilumina de manera directa el espacio del vivir (el patio), define el espacio con la luz intervenida como el espacio del pensar (relacionado con el cielo y reforzado por su forma y altura), y disminuye en el espacio del morir (los dormitorios), intensificando la sensación de quietud.
Así como lo expresa Campo Baeza en su poema:
"Para soñar en lo más alto creamos como una nube. Una biblioteca construida con altas paredes de luz difusa a través de grandes vidrios traslúcidos. Con luz de norte para leer y escribir, para pensar y sentir. Para vivir, el jardín con una luz del sur, del Sol. Una estancia que es todo jardín, con paredes transparentes que ponen en continuidad el dentro y el fuera. Y para dormir ¿morir? Lo más hondo. Los dormitorios, abajo, como en una cueva."
- Alberto Campo Baeza. Arquitecto
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| Corte y distribución de los espacios y conceptos elaboración propia. |
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Atmosfera del espacio exterior. sacado de: https://www.campobaeza.com/es/moliner-house/ |
La experiencia de vivir dentro de la Casa Moliner también puede comprenderse desde las ideas del filósofo francés Maurice Merleau-Ponty en "El ojo y el espíritu". Según este texto, la percepción no es un acto pasivo, sino un proceso activo en el que el cuerpo desempeña un papel central. El cuerpo no solo se limita a observar el espacio, sino que el cuerpo lo habita, lo siente y se integra en él. En otras palabras, la percepción no se limita únicamente a lo que observamos sino que es un proceso que involucra a todos los sentidos y participa de manera activa. En este sentido, la Casa Moliner trasciende lo meramente visual, invitando al cuerpo a experimentar una conexión sensorial profunda con su entorno.
La luz, elemento esencial en el diseño, no solo ilumina, sino que define y revela el espacio, activando la percepción sensorial del habitante. Los materiales, como el vidrio y las paredes blancas, permiten una permeabilidad visual que integra el interior con el exterior, creando una atmósfera introspectiva. Asimismo, el agua y los árboles dispuestos en el área del vivir refuerzan esta experiencia, conectando al individuo con la naturaleza y fomentando una reflexión profunda.
Patio. Permeabilidad - espacio del vivir.
sacado de: https://www.campobaeza.com/es/moliner-house/
De este modo, la arquitectura de Campo Baeza, en consonancia con las ideas de Merleau-Ponty, demuestra que la experiencia del espacio es vivida a través del cuerpo, el cual transforma el espacio en una vivencia emocional y existencial. La Casa Moliner no es solo un lugar funcional, sino un entorno que conecta lo tangible con lo intangible, lo físico con lo espiritual. Es una invitación a habitar plenamente la arquitectura, a reflexionar y a encontrar una conexión profunda entre el ser humano y su entorno.
Me parece interesante la adición de la frase:
ResponderEliminar"Levantar una casa para un poeta.
Hacer una casa para soñar, vivir, morir.
Para leer, escribir, pensar."
Ya que remarca que una casa no es solo un refugio físico, sino un espacio para el alma, un lugar donde los actos más esenciales de la vida —soñar, vivir y morir— encuentran su escenario.
Me gusto como ejemplifica en el caso de la Casa Moliner, como esta frase se materializa en el uso de la luz, la disposición espacial y la relación con la naturaleza, elementos que invitan a una conexión más profunda con el entorno y con uno mismo.
Me parece muy interesante la relación que se establece entre la Casa Moliner y las ideas de Zevi, Heidegger y Merleau-Ponty. Sin embargo, me surge una pregunta: ¿hasta qué punto esta interpretación de la arquitectura como una experiencia sensorial y casi metafísica puede aplicarse de manera universal? Es decir, si bien la Casa Moliner está cuidadosamente diseñada para generar introspección y una conexión con la naturaleza, ¿no depende esta percepción también de la subjetividad del habitante?
ResponderEliminarAprecio la articulacion de la teoría arquitectónica y filosófica para resaltar un carácter más experiencial. La relación entre cuerpo y espacio está bien desarrollada, apoyándose en Zevi, Heidegger y Merleau-Ponty, lo que refuerza la idea de que habitar es más que ocupar un lugar: es una vivencia emocional y sensorial. La integración de la luz como elemento narrativo en la casa es un punto especialmente interesante.
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