EL HABITAR DE HEIDEGGER Y LA IDENTIDAD DE LA ARQUITECTURA
EL HABITAR DE HEIDEGGER Y LA IDENTIDAD DE LA ARQUITECTURA
Juan Gilberto Moreno Buitrago
Crítica de la Arquitectura. 2024-II
El habitar constituye el principio fundamental de la existencia de la arquitectura, sin habitar no hay arquitectura, de hecho, sin habitar no hay existencia de un ser vivo. Es el habitar la condición involuntaria propia de los seres humanos en su estado más diáfano y es la necesidad propia del ser humano acomodar las condiciones físicas para hacer posible el habitar para protegerse. Es ahí donde la arquitectura toma papel en propiciar las condiciones primeramente físicas del habitar como primer estado de la existencia y la relación con el objeto arquitectónico.
La arquitectura condiciona el habitar primeramente desde el aspecto puramente físico y la relación tanto horizontal como vertical, la relación física; en ese orden de ideas la arquitectura propicia la condición del habitar para la protección de las inclemencias propias del mundo como el sol de medio día, la lluvia, el viento, los animales salvajes, entre otros. Es así como la arquitectura en su estado más basico logra proporcional el cobijo que viene desde la cueva, hasta el rascacielos Newyorkino, Árabe o Moscovita.
Heidegger lleva a un punto mas lejano la condición propia del habitar no la limita a un espectro propiamente físico o más bien, únicamente físico, Heidegger entiende el habitar no solamente como el ser en el mundo, sino también como la categoría existencial de como el ser humano habita el mundo; es así como el habitar en Heidegger pasa del simple hecho de estar en el mundo y coexistir con el a entender cómo se habita en el mundo y es ahí donde la arquitectura cuestiona las formas de construir los espacios y empieza a relacionarlos con el hombre más allá del cobijo.
El Dasein como forma en la que se manifiesta el ser y su existencia es una alternativa que las distintas arquitecturas propician la forma de habitar un espacio, es pertinente en ese orden de ideas decir que la forma de habitar el espacio en Salmona es distinta a la forma de habitar el espacio en Koolhaas o en Mies y así sucesivamente y esta forma de existir en el espacio y ser parte de él es lo que otorga identidad a las arquitecturas y las hace únicas a pesar de operar con las mismas partes y elementos, con los mismos objetivos físicos como el cobijo o la aplicación universal de la triada Vitruviana.
La torre Seagram de Ludwig Mies van der Rohe cuestiona la forma de estar en un espacio en relación o como lo hacían en la Basílica de Santa María Novella de Leon Battista Alberti, si bien ambas obras solucionan por igual el problema fundamental de la arquitectura en el espectro puramente funcional y físico, es la manera de operar la materia de cada uno en relación al habitar y la forma de relacionarse con el espacio lo que les da a cada uno una identidad propia, el objetivo de estas palabras no es decir si una está bien o la otra mal, en lo absoluto, es hacer entender el lector, que la arquitectura de identidad propicia relaciones con el hombre más allá de lo puramente físico y cuestiona las formas de existir en el mundo, siendo el edificio no solamente un fin por si mismo, sino un medio para propiciar una forma de habitar en el mundo.
Imagen tomada de: Fachada de la iglesia de Santa María Novella. (2020,
16 noviembre). ARTECREHA. https://artecrehaes.wordpress.com/2020/11/16/fachada-de-la-iglesia-de-santa-maria-novella/
Es pertinente preguntar ¿La obra de Alberti se puede habitar al ver la fachada o se habita únicamente al interior? y del mismo modo ¿La obra de Mies se habita al ver sus esquinas, su técnica y su modulación de fachada desde el Park Avenue o únicamente estando adentro en su estado más primitivo?
El texto ofrece una reflexión profunda y bien argumentada sobre la relación entre habitar y arquitectura, abordando tanto su dimensión física como su significado existencial. La integración del pensamiento de Heidegger enriquece el análisis al trascender la función básica de la arquitectura como refugio y plantearla como una experiencia que configura nuestra relación con el mundo. La comparación entre Salmona, Koolhaas y Mies resalta la diversidad de interpretaciones del habitar, lo que refuerza la idea de que la arquitectura no es solo construcción, sino una mediación entre el ser y el espacio.
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ResponderEliminarMe parece que el texto plantea de forma muy clara que la arquitectura va más allá de construir espacios físicos y se conecta profundamente con la manera en que los seres humanos habitamos el mundo. También es muy interesante como se utiliza la comparación entre la Torre Seagram y la Basílica de Santa María Novella demostrando que la identidad no depende solo de la función práctica sino de la experiencia y el significado que se genera.
ResponderEliminarDejándonos así una reflexión sobre si se puede habitar un edificio desde su exterior y a ver la arquitectura no solo como un refugio sino como una "interfaz" entre el ser humano y el mundo.
Muchas gracias por el aporte.