El papel del color y la materialidad en la creación de atmósferas: Espacios con aura y propósito
El papel del color y la materialidad en la creación de atmósferas: Espacios con aura y propósito
Apreciación de la implementación ingeniosa del material y la colorimetría en espacios arquitectónicos interiores, capaces de ir más allá de un fin estético y conmover al espectador.
Semestre 2024-2
Crítica de la arquitectura
Laura Paola Barajas Parra
Escuela de Arquitectura y Urbanismo
Universidad Nacional de Colombia
"La arquitectura despierta sentimientos en el hombre. Su tarea es por tanto, hacer esos sentimientos más precisos." -Adolf Loos.
El uso del color en cualquiera de las ramas del arte siempre ha sido un tema de interés para mí, ya que, además de ser importante para la composición y caracterización de una obra, produce sensaciones en el espectador y es capaz de enviarle un implícito mensaje que define su comportamiento, percepción o sentimiento frente al objeto o espacio (en este caso) que contempla. El color tiene un potencial emocional y psicológico poderoso, el cual se ha convertido en una herramienta de comunicación práctica y útil, hoy en día, la psicología del color ha sido objeto de estudio para publicistas que desean que sus anuncios sean llamativos. Llevando esta estrategia a la arquitectura, la metodología varía, pues, esta se enfoca en crear atmósferas, efectos visuales o estéticos, resaltar u ocultar detalles constructivos, entre otros objetivos. Por otro lado, la materialidad juega un papel crucial, el color es complementario al revestimiento, son claves para la caracterización de un lugar, a través de tonos y texturas que pueden darle una temperatura particular que cumpla con un propósito más allá de la estética.
A lo largo de las sesiones de la asignatura “Crítica de la arquitectura” se han mencionado varios arquitectos y se han analizado algunos de sus edificios en función de la premisa base: La indagación sobre el protagonismo del cuerpo humano en la construcción del espacio arquitectónico. Donde el uso del color ha sido un tema constante, una pesquisa llamativa para mí. Los arquitectos que resaltan en este aspecto a través de sus obras desatadas son: Adolf Loos (Casa Muller), Le Corbusier (Villa Savoye), y Luis Barragán (Casa Luis Barragán). Los tres aunque compartan su ingenio en la implementación de la colorimetría y la materialidad, usan estos recursos para fines diferentes, creando espacios con características que perfilan una manera de ver y hacer arquitectura. A continuación, se recapitulan estos tres edificios, indagando en sus revestimientos y cómo estos generan temperaturas singulares, y, por último, se concluye eligiendo a uno de ellos (a criterio propio) que sobresale en este aspecto mediante la creación de atmósferas que logren conmover al espectador.
Casa Müller (Praga, 1930)
Esta casa es un cubo vacío al cual se le añaden sus respectivos espacios independientes, conectados entre sí por niveles y espacios intersticiales. Esta forma de pensar espacios es conocida como Raumplan, ideada por Adolf Loos. Cada uno tiene una atmósfera distinta y se piensa en sí mismo, para conseguir esa diferenciación, Loos le asigna a cada actividad un revestimiento. Por su fachada discreta y minimalista se pensaría que su interior refleje las mismas características, sin embargo, este no es el caso, el interior de la casa Müller es una sorpresa para aquellos que la visitan, es un paseo arquitectónico inmersivo, donde cada cuarto parece pertenecer a una casa diferente debido a la separación del raumplan y la riqueza de materialidad. Los espacios interiores son cálidos y tradicionales, pero innovadores al involucrar una gama amplia de colores, materialidad y muebles que ayudan a crear atmósferas para cada actividad y para cada miembro de la familia para la que fue diseñada. Un ejemplo de ello es el cuarto de los niños, el cual usa colores claros como el amarillo y el azul, colores relacionados con la inocencia, la calma y la pureza. Por otro lado, el espacio de trabajo del hombre es en su mayoría café y los sofás son de cuero, componentes que simbolizan masculinidad, sobriedad y elegancia.
Imagen 1 tomada de: https://www.iconichouses.org/news/iconic-houses-a-bohemian-road-trip
Imagen 2 tomada de: https://www.prague.eu/es/objeto/lugares/493/villa-muller-museo-municipal-de-praga-mullerova-vila
Villa Savoye (Poissy, 1929)
Si Adolf Loos refleja su sistema de raumplan en la casa Müller, Le Corbusier aplica su manifiesto sobre los 5 puntos de la arquitectura moderna en la Villa Savoye. El color y la materialidad se usa de una forma más estratégica y menos personalizada como Loos, los espacios no se piensan de forma independiente, en este caso, hay una mayor complejidad al pensar un espacio fusionado con el otro, existe una continuidad que es posible gracias a los 5 puntos. Le Corbusier implementa los colores como una herramienta racional, usa colores tanto oscuros como claros, donde los primeros ayudan a generar profundidad y los últimos se anteponen a los demás para iluminar los espacios. En el primer nivel se observa que usó verde oscuro para camuflarlo con la vegetación de su entorno, mientras que en la sala, uno de los muros es color curuba lo que ayuda a crear esa división entre el espacio interior y exterior. En cuanto a la materialidad, el vidrio toma protagonismo en términos de transparencia y continuidad, la ventana corrida funciona como una analogía al horizonte. Las columnas en el primer nivel refuerzan ese concepto de transparencia y enmarcan una fachada que se eleva con el horizonte.
Imágenes tomadas de: https://es.wikiarquitectura.com/edificio/villa-savoye/
Casa de Luis Barragán (Ciudad de México, 1948)
Luis Barragán es un arquitecto que se destaca por el uso de colores y el diseño de espacios abiertos. A diferencia de Loos y Le Corbusier, Barragán juega con los colores tanto en el interior como en el exterior, llevado más por la emocionalidad que por la racionalidad, busca que sus espacios sean capaces de emocionar a quien los habita. La casa de Luis Barragán, al igual que la casa Müller, posee una fachada austera que pasa casi desapercibida, sin embargo, el interior impone un gran contraste, lleno de colores vivos y brillantes, pasear por sus pasillos es una experiencia cromática. Los colores son usados principalmente para crear contrastes y dar continuidad entre espacios, potenciar la luz, y crear atmósferas. Uno de los espacios que más ejemplifica esta afirmación es el vestíbulo, donde la luz se filtra desde arriba y rebota del muro blanco al rosado, un color intenso que marca fuertemente, las escaleras le dan continuidad al tono oscuro del suelo, representando la penumbra de dicha zona, esta sensación es representada en el cuadro dorado que resalta gracias a la pared blanca. El efecto de continuidad es más contundente en un segundo vestíbulo que conecta con la biblioteca, las escaleras parecen fundirse con la puerta que se camufla por tener la misma materialidad, expresando una sensación de infinitud y liminalidad.
Imágenes tomadas de: http://www.casaluisbarragan.org/lacasa/biblioteca.html
Últimas reflexiones
Se puede concluir que el color y la materialidad son elementos útiles para crear atmósferas y caracterizar un espacio, además de provocar emociones en el espectador, hacen que el espacio tenga aura, una personalidad que cobra significado en quien lo habita. Cada arquitecto usa los colores para distintos fines, en lo personal, uno de los mayores aciertos en el uso del color es su capacidad de emocionar. Habiendo analizado cada casa, se puede decir que, en términos de colorimetría y materialidad, la casa Müller, es de carácter intersubjetivo, cada espacio sugiere un diálogo distinto, una condición interactuante que no se basa de lleno en la objetividad ni en la subjetividad; La villa Savoye, es una condición objetiva, donde estos recursos toman protagonismo al momento de mimetizar o jerarquizar espacios a conveniencia de la funcionalidad del proyecto; La casa de Luis Barragán, según lo mencionado, se inclina por lo subjetivo, los colores más allá de crear contrastes producen una dinámica interesante con la luz y el recorrido, pensados para provocar emoción e introspección. En este sentido, el arquitecto que más destaca para mí (en este aspecto) es Luis Barragán, no solo en esta casa, sino también en intervenciones de espacio público, como la Fuente de los amantes o la Fuente del Bebedero, donde el uso de colores se complementa con otros recursos como los espejos de agua.
Esta postura encuentra eco en la fenomenología de la percepción de Merleau-Ponty, quien sostiene que la experiencia del espacio no es meramente una captación objetiva de formas y volúmenes, sino un fenómeno vivido, una relación entre el cuerpo y su entorno. En este sentido, la Casa de Luis Barragán no es solo una composición de planos, texturas y colores, sino un escenario que se revela a través de la experiencia sensorial y corporal de quien la habita. La percepción del color en su arquitectura no se reduce a un efecto visual aislado, sino que está intrínsecamente ligada a la luz, la materia y el movimiento del espectador dentro del espacio.
Este análisis sobre el color y la materialidad en la arquitectura me parece muy bien construido, sobre todo porque logra conectar distintas posturas y estrategias sin caer en una comparación simplista. Se nota que hay una reflexión profunda sobre cómo cada arquitecto entiende el uso del color: Loos con su diferenciación de espacios según su función, Le Corbusier con un enfoque más racional y estratégico, y Barragán con una intención claramente emocional y sensorial.
ResponderEliminarAlgo que me llamó la atención fue la manera en que se resalta la importancia del color no solo como un elemento visual, sino como parte de la atmósfera y la experiencia del espacio. Es interesante cómo en la lectura se menciona a Merleau-Ponty, porque refuerza esta idea de que la arquitectura no es solo una cuestión de composición formal, sino de percepción y vivencia. En ese sentido, la elección de Barragán como el arquitecto que más logra conmover tiene mucho sentido, porque su trabajo va más allá de la técnica y apela directamente a la sensibilidad del usuario.
También me pareció acertado el análisis de la Casa Müller y su relación con el Raumplan, ya que muestra cómo el color no solo segmenta los espacios, sino que les da un carácter particular según su uso. En contraste, la Villa Savoye presenta una aproximación mucho más objetiva, lo cual refuerza la idea de que la arquitectura moderna prioriza la funcionalidad sobre la emoción.
En general, el texto plantea una discusión muy rica sobre cómo el color y la materialidad pueden definir la experiencia arquitectónica. Es un tema que, como bien dice, sigue siendo relevante porque tiene el poder de transformar la manera en que habitamos los espacios.
Me gusta que no solo analiza el uso del color en la arquitectura, sino que lo convierte en el protagonista de un diálogo entre la materialidad y la percepción. Me gusta cómo logra equilibrar el rigor analítico con una apreciación sensible de la emoción en el espacio. La comparación entre Loos, Le Corbusier y Barragán es interesante porque no se queda en lo técnico, sino que profundiza en la intención detrás de cada obra.
ResponderEliminarLa colorimetríaes un elemento fundamental que, aunque es subestimado, posee un carácter predominante en la configuración del espacio. El color no solo es una cuestión estética, sino un recurso sensorial que influye directamente en la experiencia humana, estableciendo una conexión entre el cuerpo y el entorno. En este sentido, el análisis del texto me resulta interesante, pues aborda cómo diferentes arquitectos han utilizado el color y la materialidad para definir atmósferas y generar emociones.
ResponderEliminarEn particular, tomando como ejemplo la obra de Luis Barragán, que se distingue por su capacidad de transformar el espacio mediante el color, entendiendo que el cuerpo humano es el protagonista esencial de la arquitectura. Su obra demuestra que el color no es solo un complemento decorativo, sino un lenguaje expresivo que dialoga con la luz, la textura y la percepción del usuario. En su casa, cada color tiene un propósito, estableciendo contrastes, marcando recorridos y potenciando la experiencia sensorial. Esta manera de pensar el espacio enfatiza la fenomenología de la percepción, donde el habitar trasciende la función y se convierte en una vivencia.
Leyendo el texto me pregunté, ¿y si el mundo fuese blanco y negro? la arquitectura perdería gran parte de su impacto sensorial y emocional. La fenomenología del espacio se vería reducida a una experiencia menos subjetiva, más ligada a la forma y menos a la emoción. El color tiene la capacidad de definir la atmósfera de un lugar, influir en el estado de ánimo y provocar respuestas sensoriales inmediatas.
El color y la materialidad en la arquitectura son herramientas importantes para crear las atmosferas dentro de los proyecto y así el arquitecto con intención puede generar emociones para trascender de los espacios físicos. Luis Barragán usa muy bien el color para diseñar ambientes que fomentan el bienestar dentro de los espacios. Es decir, es interesante como el color no es solo estético sino que se vuelve un elemento arquitectónico que le da sentido y transforma la percepción de la persona que recorre el lugar, ofrece una experiencia sensorial completa. Esto trasciende de la mera experiencia física sino que influye en otros como el estado emocional de las personas.
ResponderEliminar