Configuración y Recorrido: La Villa Müller en la Esencia de la Creación Arquitectónica.

Universidad Nacional de Colombia. 
Facultad de Artes.                                                                                                                   
Escuela de Arquitectura y Urbanismo.  
Critica de la Arquitectura.  
2024 - II

La Villa Müller en la Esencia de la Creación Arquitectónica.            
Juan José Ardila Medina

La arquitectura no se reduce a la construcción de muros, techos y estructuras, sino que su verdadera esencia radica en la configuración del espacio y en la forma en que se relaciona con la percepción humana. Esta es la premisa central del ensayo La esencia de la creación arquitectónica (1893) de August Schmarsow, en el que se plantea que el espacio no es un mero contenedor, sino un elemento activo que se experimenta a través del movimiento y la interacción del cuerpo. Décadas después, esta noción encuentra una expresión concreta en la Villa Müller de Adolf Loos, un proyecto que desafía la organización tradicional en plantas horizontales para dar paso a una estructura tridimensional basada en el Raumplan, un sistema que dispone los espacios según jerarquías de uso y percepción. Así, el análisis de la Villa Müller desde la perspectiva de Schmarsow evidencia cómo la arquitectura trasciende lo meramente constructivo para convertirse en un fenómeno espacial que se descubre y se habita en movimiento.

El acceso a la Villa Müller no es inmediato ni directo, sino que se produce mediante un ligero descenso respecto al paramento principal, generando una transición entre el exterior y el interior. Esta estrategia configura un umbral, un “vacío” que anticipa el recorrido interno y refuerza la idea de que la arquitectura es una experiencia vivencial. Schmarsow sostiene que el espacio se descubre en el movimiento del cuerpo, y en este sentido, el acceso a la Villa Müller funciona como una pausa en el recorrido: no se trata simplemente de un corte en el muro, sino de un punto de inflexión que marca el inicio de diferencias en altura y profundidad que se desplegarán en el interior.

Una vez dentro, la organización espacial se vuelve aún más compleja. En el primer nivel se aprecian pares de espacios asociados que subrayan una arquitectura concebida a partir de relaciones, no de volúmenes aislados. Así, el estar y el comedor se conectan visual y materialmente, mientras que la biblioteca y la sala de lectura de la señora Müller establecen una relación en niveles, diferenciando funciones de escritura y conversación. Loos utiliza los cambios de altura no solo de forma funcional, sino como una manera de estructurar la experiencia espacial: tres escalones separan la zona de conversación, más íntima y recogida, de la zona de escritura, más abierta y expuesta a la luz. Estas diferencias psicofuncionales se acentúan mediante el empleo de materiales: la madera clara genera un ambiente cálido, mientras que la caoba oscura, en contraste con paramentos blancos, refuerza la sensación de profundidad y recogimiento en la biblioteca.


El vacío central de la vivienda organiza la circulación vertical y actúa como el núcleo del Raumplan. A diferencia de las configuraciones tradicionales, Loos no estructura la casa mediante plantas horizontales definidas, sino que genera una continuidad espacial en altura, en la que los niveles se escalonan según la percepción y el uso. Este espacio central, iluminado cenitalmente a través de una claraboya, intensifica la sensación de profundidad y la conexión entre los distintos ámbitos de la casa. La variación en el ancho de los peldaños enfatiza la jerarquía de los recorridos: los tramos más representativos, como el que conecta el vestíbulo con el salón, poseen mayor anchura y dignidad, mientras que los accesos a zonas privadas se reducen, reforzando la transición a ambientes más íntimos.


A nivel estructural, esta fragmentación espacial es posible gracias a la sustitución del sistema tradicional de muros de carga por un sistema porticado de hormigón armado en la zona central. Esta estrategia libera el espacio, dando lugar a una “madriguera esponjosa” en la que los niveles se entrelazan sin la rigidez de una compartimentación ortodoxa. Loos oculta los elementos portantes en la distribución interna: los pilares, cuando existen, quedan absorbidos por los tabiques o desaparecen en los puntos donde la continuidad espacial lo requiere. Así, la estructura se presenta no como un elemento protagonista, sino como un soporte discreto que posibilita la libertad del Raumplan. Esta aparente paradoja -una arquitectura visualmente densa pero estructuralmente desmaterializada- refuerza la dualidad entre una envolvente exterior pesada y protectora, y un interior fluido y dinámico, donde la riqueza perceptiva del espacio se revela en cada recorrido.

La materialidad, por su parte, refuerza las distinciones generadas por la organización espacial, dotando a cada ambiente de una “temperatura” y presencia propias. En el interior, Loos emplea los materiales de forma táctil para intensificar la experiencia del espacio. El mármol cipolino de Sion, con su veta pronunciada y superficie fría, reviste el estar, contrastando con la calidez del mobiliario de madera en el comedor adyacente. Esta oposición no es solo material, sino perceptiva: mientras el estar se vive con la solemnidad de la piedra, el comedor se transforma en un espacio de recogimiento, envuelto en texturas acogedoras. El mármol, rígido y eterno, actúa como un ancla visual dentro del Raumplan, otorgando estabilidad a un espacio que, en su estructura, se muestra fragmentado y dinámico. Su inmutabilidad contrasta con la fluidez del recorrido, en el que los desniveles, las variaciones de altura y la articulación de espacios generan una experiencia en constante transformación. Loos equilibra ambos aspectos: la materialidad confiere peso y permanencia a la espacialidad cambiante, asegurando que la casa no se perciba como una sucesión de episodios aislados, sino como un conjunto orgánico en el que cada transición es intencionada.


En definitiva, la Villa Müller se erige en la intersección entre estructura, recorrido y materialidad. La organización espacial, sustentada por una estructura oculta que permite la fragmentación en niveles y diferenciados recorridos entre lo público y lo privado, se ve consolidada por una materialidad que da forma a la experiencia perceptiva del habitante. En este equilibrio entre lo sólido y lo fluido, entre la pesadez del muro y la ligereza del vacío, Loos plasma su concepción del habitar: una arquitectura que trasciende la abstracción formal para inscribirse en la corporalidad y percepción del usuario, ofreciendo una experiencia única en cada recorrido.

Schmarsow, A. (1893). La esencia de la creación arquitectónica (C. Naranjo, Trad.). Universidad Nacional de Colombia.

García-Garrido, V. J. (2016). La arquitectura como construcción del espacio. EGA Expresión Gráfica Arquitectónica, 21(28), 68-79. https://doi.org/10.4995/ega.2016.5853

Comentarios

  1. El texto está bien estructurado, destaca cómo Loos trasciende lo constructivo para crear una experiencia espacial dinámica, enfocándose en el movimiento, la materialidad y la percepción. Esta conexión no solo enriquece la comprensión de la obra, sino que también demuestra cómo la teoría puede materializarse. Uno de los puntos más interesantes es cómo el texto describe la Villa Müller como una obra que se "descubre" a través del movimiento relacionando el encuentro en los espacios planteados por el arquitecto, quizás viendo esto, ¿se podría pensar en esta composición como espacios de transición a manera pausa en un pentagrama y como esto revela espacios dentro de la vivienda?

    ResponderEliminar
  2. La Villa Müller en la Esencia de la Creación Arquitectónica, ofrece una reflexión profunda sobre cómo Adolf Loos, a través de la Villa Müller, materializa la teoría de August Schmarsow respecto a la experiencia espacial en la arquitectura, al destacar el concepto del Raumplan, el texto muestra cómo Loos organiza los espacios interiores en función de jerarquías de uso y percepción, permitiendo una experiencia arquitectónica dinámica y fluida también, se resalta la transición sutil entre el exterior y el interior de la villa, enfatizando la importancia del movimiento corporal en la percepción espacial, este texto es especialmente interesante porque ilustra cómo la arquitectura puede trascender su función utilitaria para convertirse en una experiencia sensorial completa, alineándose con la idea de que el espacio se descubre y se habita en movimiento

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

ANÁLISIS CASA - ESTUDIO LUIS BARRAGÁN

CASA - ESTUDIO, LUIS BARRAGAN, ANÁLISIS DESDE LA COMPOSICIÓN. UN ESPACIO DE REFLEXIÓN Y MODERNIDAD

Experiencia sensorial y corporalidad en la arquitectura